domingo, 11 de enero de 2015

Mi Navidad y mi 2014...

Sé que hace mucho que no me paso por este rincón, y no tengo perdón, cierto es... No me excuso, pero tampoco miento cuando digo que este 2014 ha sido un año especialmente delicado. Delicado y además duro, en diversos aspectos... Pero emocionalmente, ha dejado una huella imborrable en mi vida y en mi corazón. Dos personas muy queridas y cercanas, nos han dicho "adiós" en este último año. Siempre son circunstancias difíciles de procesar. Incluso aunque te des cuenta de que la naturaleza te ha ido avisando, cuando ante tus ojos ves que la vida se va apagando poco a poco. Es como una flor cuando se marchita... Has podido regarla, alimentarla, mimarla, creyendo que de ese modo recobrará su belleza y su salud. Pero no hay nada que pueda contra la ley natural. Ese es un desafío que no nos compete. Únicamente podemos ciudar de proporcionarle una vida feliz y plena mientras viva.

Quien desde el principio me ha leído en este blog, sabe que no suelo usarlo a modo de diario personal. No es esa la dinámica de este espacio, ni el objetivo que pretendo. Sin embargo, este es un blog basado en lo creativo, pero también en la persona. No sólo en la artesanía y en el handmade, sino a todo lo que engloba la creatividad, el arte, y en esencia, al ser humano. Pues el arte no es otra cosa que una expresión creativa puramente sensible que conecta directamente con las emociones humanas. De este modo, la escritura es otra clarísima forma de arte, la cuál también me apasiona, y que desde luego, nace y muere en el corazón. No tiene reglas, excepto la de ser tú mismo, y no importa demasiado no tener tablas... Lo que si importa es que sientas lo que dices.

El post de hoy no tenía como objetivo mostrar una nueva creación, ni hablaros de lugares ni sucesos. Tan sólo deseaba expresar estos pensamientos, haciendo una especie de balance personal del año que dejamos atrás. Que ha sido duro, cierto... Pero a veces es necesario llegar a un punto de inflexión, para valorar lo que realmente somos y lo que tenemos a nuestro alrededor. Pues pase lo que pase al final, todo lo que hacemos y lo que vivimos, forma parte de nosotros y todo, absolutamente todo, está conectado. No hay casualidades ante esta verdad existencial... y en realidad, ahí reside la magia de todo.

Porque a veces con las partidas, llegan nuevos comienzos, y tras el dolor, aparecen después nuevas esperanzas. Y es que son esas ilusiones por las que vale la pena seguir aquí, manteniéndose en pie. Sin lugar a duda, HOY es el momento de DISFRUTAR, y presiento que este 2015 despunta con ganas de que lo hagamos nuestro.

Y con esta imagen, del despertar del día de Reyes de este 2015, me despido por hoy. Esta Navidad fue tranquila, poco festiva, y a decir verdad, no brilló con luces de colores, como suele ser lo habitual. Pero este 6 de enero fue inolvidable. La Navidad se despedía, y nosotros a su vez tuvimos un "adiós" más íntimo, más nuestro, más familiar. Y me quedo con ello, pues pese a todo, lo más importante es compartir con los que aún seguimos aquí. Mi familia y la gente a la que quiero, mis amigos... son el mayor regalo que la vida me puede ofrecer, y es por ello que me siento enormemente agradecida y afortunada.



 Porque hay DESPEDIDAS que llevan escondido un REENCUENTRO, y hay almas que no se marchan jamás. Eso es lo que hace a las personas ETERNAS por siempre...

Os deseo a todos un muy FELIZ 2015, y ojalá sea todo lo grande y bello que queráis que sea. ¡Un abrazo enorme!