miércoles, 29 de julio de 2015

Hello summer!

¡Buenas noches de finales de julio!

Tras meses sin aparecer y con un ajetreado primer ecuador de este 2015, no podía dejar pasar este julio sin escribir en este rincón. Un rincón que emprendí con mucho cariño e ilusión, y del que me siento culpable por no llevarlo al día, como desde el principio siempre fue mi intención. Todos pasamos por etapas distintas, en las que a veces, sentimos que no podemos llegar a todo lo que deseamos. O bien, las prioridades y ocupaciones del momento, nos impiden dedicar más tiempo a aquello que creíamos que podíamos. Mis expectativas desde un principio eran otras a las que que podido experimentar en estos años de andadura en este blog, y como tal, de mi proyecto. 

Sin embargo, y a pesar de los prolongados silencios, mi rincón sigue en el mismo lugar. Con sus mismas inquietudes, sus mismas pasiones y desde luego, con las mismas ganas de contar y de mostrar... Como siempre, a través de las palabras y las fotografías, que tanto adoro. 

En cuanto a mi verano, la primera palabra que me llega a la mente es: calor. Un calor tremendamente agotador, y que supongo que como a todos, nos tiene a la mayoría derritiéndonos sin remedio y rogando poder sentir una brizna de aire fresco, que al menos nos permita respirar. ¡Qué duro! Y es que el verano no podía ser perfecto... Pero tiene otras cosas. Tiene mucha luz y los días eternos. Tiene esas noches mágicas, envueltas de una brisa que huele a momentos bonitos, buena compañía y lugares inmortalizados en nuestra mente. El verano tiene el contacto directo con el mar, el sol... los paseos por la playa, los baños en la piscina o las siestas en el jardín. Parece ser la estación donde todo corre más despacio. Es la época de las vacaciones por excelencia. Todo el mundo viaja, y si no lo hacen, aún así no dejan de disfrutar su tiempo en otras cosas. Los días, con sus largas noches, son mucho más aprovechables, y cuando el clima "nos lo permite" nos levantamos con la energía que el sol nos transmite al sonreírnos por la mañana y decirnos "¡Prepárate para tener un gran día!"

El verano, por lo general, es sinónimo de optimismo, sí... Aunque también cabe todo. Es obvio que no todos lo vivimos igual, ni tenemos las mismas circunstancias ni inquietudes. Por eso es que cada uno lo vive como puede y como quiere. Y sea como fuere, bien estará. Este julio ha transcurrido tan rápido para mí, que ni tiempo me ha dado a saborearlo tanto como hubiese querido. Pero si he podido quedarme con momentos y detalles, algunos plasmados en fotos.

 
 


He aquí imágenes de un julio intenso. Rincones marineros con encanto, playa y fuegos artificiales, helados artesanos de frutas preparados en casa, encargos personalizados para momentos especiales... Horas de estudio para un examen inesperado y superado, días de desconexión en lugares bonitos con personas bonitas y naturaleza en estado puro... Piscinas con las mejores vistas y atardeceres que tiñen de naranja el horizonte sobre las montañas. Momentos para renovarse, recargarse de energía, tan vital, tan necesario en estos tiempos.

Este julio en breve se despide, pero nos deja muchos momentos a su paso, y ganas de encontrarnos con un agosto, que intuyo, también será digno de recordar...

Espero que vuestro verano también sea merecidamente recordado. Os invito a compartir vuestros momentos en este rincón tan vuestro como mío.

¡Muy feliz verano! ;)

domingo, 11 de enero de 2015

Mi Navidad y mi 2014...

Sé que hace mucho que no me paso por este rincón, y no tengo perdón, cierto es... No me excuso, pero tampoco miento cuando digo que este 2014 ha sido un año especialmente delicado. Delicado y además duro, en diversos aspectos... Pero emocionalmente, ha dejado una huella imborrable en mi vida y en mi corazón. Dos personas muy queridas y cercanas, nos han dicho "adiós" en este último año. Siempre son circunstancias difíciles de procesar. Incluso aunque te des cuenta de que la naturaleza te ha ido avisando, cuando ante tus ojos ves que la vida se va apagando poco a poco. Es como una flor cuando se marchita... Has podido regarla, alimentarla, mimarla, creyendo que de ese modo recobrará su belleza y su salud. Pero no hay nada que pueda contra la ley natural. Ese es un desafío que no nos compete. Únicamente podemos ciudar de proporcionarle una vida feliz y plena mientras viva.

Quien desde el principio me ha leído en este blog, sabe que no suelo usarlo a modo de diario personal. No es esa la dinámica de este espacio, ni el objetivo que pretendo. Sin embargo, este es un blog basado en lo creativo, pero también en la persona. No sólo en la artesanía y en el handmade, sino a todo lo que engloba la creatividad, el arte, y en esencia, al ser humano. Pues el arte no es otra cosa que una expresión creativa puramente sensible que conecta directamente con las emociones humanas. De este modo, la escritura es otra clarísima forma de arte, la cuál también me apasiona, y que desde luego, nace y muere en el corazón. No tiene reglas, excepto la de ser tú mismo, y no importa demasiado no tener tablas... Lo que si importa es que sientas lo que dices.

El post de hoy no tenía como objetivo mostrar una nueva creación, ni hablaros de lugares ni sucesos. Tan sólo deseaba expresar estos pensamientos, haciendo una especie de balance personal del año que dejamos atrás. Que ha sido duro, cierto... Pero a veces es necesario llegar a un punto de inflexión, para valorar lo que realmente somos y lo que tenemos a nuestro alrededor. Pues pase lo que pase al final, todo lo que hacemos y lo que vivimos, forma parte de nosotros y todo, absolutamente todo, está conectado. No hay casualidades ante esta verdad existencial... y en realidad, ahí reside la magia de todo.

Porque a veces con las partidas, llegan nuevos comienzos, y tras el dolor, aparecen después nuevas esperanzas. Y es que son esas ilusiones por las que vale la pena seguir aquí, manteniéndose en pie. Sin lugar a duda, HOY es el momento de DISFRUTAR, y presiento que este 2015 despunta con ganas de que lo hagamos nuestro.

Y con esta imagen, del despertar del día de Reyes de este 2015, me despido por hoy. Esta Navidad fue tranquila, poco festiva, y a decir verdad, no brilló con luces de colores, como suele ser lo habitual. Pero este 6 de enero fue inolvidable. La Navidad se despedía, y nosotros a su vez tuvimos un "adiós" más íntimo, más nuestro, más familiar. Y me quedo con ello, pues pese a todo, lo más importante es compartir con los que aún seguimos aquí. Mi familia y la gente a la que quiero, mis amigos... son el mayor regalo que la vida me puede ofrecer, y es por ello que me siento enormemente agradecida y afortunada.



 Porque hay DESPEDIDAS que llevan escondido un REENCUENTRO, y hay almas que no se marchan jamás. Eso es lo que hace a las personas ETERNAS por siempre...

Os deseo a todos un muy FELIZ 2015, y ojalá sea todo lo grande y bello que queráis que sea. ¡Un abrazo enorme!